por Katsiaryna Sabaleuskaya
Nací en el país más grande del mundo: la Unión Soviética Socialista. Actualmente la conocemos como Rusia y sus fronteras han cambiado. Durante el comunismo la población era feliz, amable, generosa y solidaria. Tenían valores como la dignidad, la honestidad y la amistad. La gente ayudaba al prójimo y generalmente no había motivo para la envidia.
Durante la época de la Unión Soviética existían bastantes fábricas controladas por el Estado que producían muebles, ropa, zapatos, etc., para la población. Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero hoy en día podemos entrar en algunas casas y encontrar muebles antiguos.
Cuando yo era pequeña y tenía entre cuatro y cinco años estuve de viaje con mi padre por primera vez. Volé en avión en un día estupendo con mucho sol. Viajamos al pueblo donde vivían mis abuelos. Volamos desde Tambov hasta Tula donde teníamos que hacer transbordo. El día anterior mi padre me había explicado que durante el viaje tenía que agarrar mi mano junto con la maleta.
Recuerdo que estuvimos en una cafetería en Tula y tomamos algo de comer y de beber. Después me fijé en que mi padre se levantó con su maleta sin decirme nada y yo corriendo detrás de él intenté agarrarme a su maleta.
No recuerdo cuánto tiempo estuve caminando detrás de él hasta que paramos y yo levanté la cabeza. No reconocí a mi padre. Se trataba de un hombre que tenía la misma maleta que mi padre. Inmediatamente me asusté y empecé a llorar.
En aquel momento escuché el aviso en el aeropuerto: mi padre me estaba buscando y estaba esperándome en el mostrador. El hombre desconocido me ayudó y me llevó hasta el mostrador donde estaba mi padre. Cuando llegamos al mostrador, mi padre y el hombre se dieron cuenta de que tenían las mismas maletas y empezaron a reírse. Sin embargo, en aquel momento a mí no me pareció nada divertido.
Cuando llegamos a la casa de mis abuelos me olvidé de casi todo lo ocurrido en el viaje. Me encantó estar en el pueblo. Por primera vez conocí los animales de granja.
A partir de ese verano fui a casa de mis abuelos todos los años.