por Cristina Guerra
Mi última excursión la hice a Teror, en particular a la Finca de Osorio. Aconsejaría esta visita a todos los que son amantes de la naturaleza y del sosiego. Los senderistas tendrían a su disposición caminos totalmente sumergidos en la tranquilidad más absoluta. Personalmente sugeriría visitar dentro de la finca el jardín de la Casa Principal y también el pico. Es asombroso el espectáculo natural que se abre delante de los ojos subiendo a la cumbre de la montaña. Lo que no me ha sorprendido mucho, aunque sí desagradado, no ha sido la naturaleza, sino la mala costumbre de los humanos de ensuciar los caminos con todo tipo de basura existente en el mundo.