Soy la séptima de nueve hijos. Pocas veces había dinero de sobra para gastarlo en cosas de lujo. Sin embargo, una vez, sí recuerdo que mi padre compró una botella de Chanel Nº. 5 para mi madre. A ella le encantaba, solo se lo ponía en ocasiones especiales. Cada vez que veo la botella o huelo el perfume pienso en mis padres y en su amor. Estuvieron casados cincuenta y dos años, hasta que mi padre falleció hace casi dos años. A mi madre todavía le encanta el perfume.