La vida en la Marina LPA, Muelle Deportivo

Conociendo a D.B.
Por Avanzado 1 de Español – EOI Las Palmas.

«Soy una persona de tierra; nunca imaginé que viviría en un barco…»

Por nuestra EOI de Las Palmas ya han pasado varios estudiantes que viven sobre el mar y los demás tenemos curiosidad por saber cómo es esa experiencia. Los estudiantes del grupo de Español de Avanzado 1 le hemos hecho una entrevista a una de ellas, nuestra compañera búlgara D.B., que ha tenido la amabilidad de atendernos y responder a nuestras preguntas.

muelle deportivo

¿Cómo es el barco donde vives?

Es un barco velero de acero con motor. Tiene doce metros de eslora por cuatro metros de ancho.

¿Cuántos son en el barco?

Somos una familia de tres: mi marido, mi hija de cinco años y yo.

¿Cada vez que atracas el barco en un muelle tienes que pagar?

Sí, claro, cada puerto tiene sus tarifas. Las del Muelle Deportivo son las más económicas que yo conozco.

-¿Cuánto cuesta tener el barco atracado en la Marina de LPA?

Depende de las medidas del barco. A nosotros nos sale bastante económico. Pagamos 240 euros al mes de alquiler y 10 euros por los gastos mensuales de luz y agua. Pagando un período largo por adelantado resulta más barato.

¿Hay dependencias comunes fuera de los barcos para todos los usuarios, como un balneario?

Sí, hay baños y duchas.

-¿Tienen wifi?

La Marina tiene wifi, pero la cobertura que nos llega es insuficiente. Nosotros tenemos nuestra propia wifi.

-¿Se mueve mucho el barco?

A veces sí, un poco. Pero la cercanía de los barcos contiguos, al estar atracados uno junto al otro en contacto da estabilidad.

¿Cómo gestionan los residuos que producen?

Normalmente los barcos traen de fábrica unos contenedores para residuos, tanto del baño como de la cocina. Pero nuestro barco no tiene. Nuestros residuos van directamente al mar y nuestros amigos los peces se lo comen todo. Mi hija también los alimenta con pan y por la mañana los peces están a la espera…En los pantalanes está terminantemente prohibido pescar, porque esos peces comen de todo y no son buenos para la pesca. Naturalmente, nosotros solo tiramos los residuos orgánicos al mar, todo lo demás lo tiramos fuera.

¿Son todos extranjeros viviendo en la Marina, no hay canarios?

Nosotros tenemos un vecino canario en nuestro pantalán.

-¿Hay gente de todos los continentes o predominan los europeos?

Yo solo conozco a europeos: ingleses, franceses, holandeses, rusos, alemanes, italianos, suecos, noruegos…

-¿La Marina es una comunidad organizada con un presidente y con sus reuniones para la toma de decisiones?

Es más un vecindario de vecinos independientes. No tenemos presidente ni reuniones, aunque la gente de las diferentes nacionalidades, como por ejemplo, los alemanes y holandeses, hacen reuniones de vez en cuando. El único evento organizado es la fiesta de Navidad, que la organiza la gente que vive aquí. Además en el Muelle está el Club Varadero con su propio pantalán. Toda la gente de los barcos atracados allí es socia del club. Allí se organizan más eventos, fiestas, excursiones de senderismo etc…

muelle

¿Qué echas de menos por vivir en el barco?

Pues echo de menos una ducha, porque nuestro barco no tiene y siempre uso la de la Marina. También me falta un espejo de cuerpo entero, pero ya me he acostumbrado a salir del barco sin saber cómo voy en conjunto, jaja. En general, siempre he sido una persona “de tierra”; nunca imaginé que viviría en un barco, pero ahora esta es mi casa.

¿Cómo se siente la niña en el barco?

Para ella el barco es su casa, está acostumbrada a vivir ahí.

-¿La familia ya ha hecho un viaje largo en el barco?

El primer viaje fue por el Mar Negro durante una semana cuando nuestra hija tenía seis meses. Pero el gran viaje fue el que hicimos hace tres años y medio desde Bulgaria hasta aquí, que duró 48 días. Fuimos de Bulgaria a Turquía y luego a Grecia. Después, de Grecia a Malta navegamos cuatro días y de Malta al sur de España ocho días, que fue el período más largo de travesía sin parada.

¿Te da miedo navegar cuando el mar está revuelto?

No me siento bien cuando hay olas porque mareo bastante y entonces tengo que acostarme, porque tumbada me encuentro mejor. De todas formas, miedo no tengo, porque mi marido tiene mucha experiencia y sabe muy bien lo que hace. Aunque si hubiera sabido bien lo que me esperaba con esta larga travesía de Bulgaria hasta aquí me lo habría pensado dos veces. No son unas vacaciones en un crucero… En un velero pequeño cada movimiento se siente.

¿Has vivido una tormenta grande a bordo?

Yo no, pero mi marido sí.

-¿Cuántos días se tarda en cruzar el Atlántico?

Depende del barco. Con un barco como el nuestro se tardan 20 días. Las regatas a través del Atlántico se hacen siempre en otoño, cuando el viento es favorable.

¿Ustedes han participado en alguna regata?

Participamos en una de Varna a Estambul, en el Mar Negro. Nuestro barco es de acero y pesa mucho, no es deportivo.

-¿Suelen navegar?

Desde que llegamos aquí hace tres años y medio no hemos salido al mar. Nuestro barco en este momento con nuestra hija y sus juguetes se ha convertido más en una casa. Tenemos muchas cosas dentro y para navegar tendríamos que despejar mucho el espacio y quitar cosas de en medio.

¿Piensan usar el barco para viajar?

Mi marido ha navegado mucho por el mundo. Él hizo solo una circunnavegación y ahora quiere dar la vuelta al mundo con la familia. Pero con la niña tenemos responsabilidades y por ahora estamos aquí.

¿No te sientes como encerrada en el barco con tan poco espacio?

Como nosotros vivimos en el barco, es una casa. Yo no estoy todo el día metida en el barco, tengo ocupaciones y paso mucho tiempo fuera del barco. Además es cómodo, lo tengo todo a mano.

-Viviendo así acumulas menos cosas, ¿no?

Sí, para nosotros sí es así, tenemos poca ropa. Pero con la niña es diferente y es difícil no acumular. Pero sí es cierto que el espacio condiciona mucho. Con las comidas por ejemplo, tenemos una nevera muy pequeña: si queremos comer carne, hay que comprarla el mismo día.

¿Y qué efecto psicológico produce estar 48 días en el mismo espacio con otras personas? ¿No se hace difícil?

Bueno, en nuestro viaje hacia aquí la travesía más larga fue de ocho días seguidos, porque de resto siempre hacíamos paradas y podíamos salir. Pero claro, estar en un espacio tan pequeño sin poder salir es una experiencia intensa. Por eso, mi marido dice que las travesías largas hay que hacerlas solos o con la familia, porque es difícil convivir en un barco con una tripulación de gente diferente con los caracteres diferentes y todo eso… cuando estás navegando, no te puedes ir a ninguna parte a desconectar, te tienes que quedar ahí.

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