Por G.C
Fui, fue, fuera.
Si fuera un matemático triste, habría podido escribir este poema:
Empezó por uno, que se fundió para hacer dos.
Después fue tres y por último fui cuatro.
Ahora soy el último lado del cuadrado,
y nada más.
Pero, pero.
¿Qué fue?
Fue, que fui de la sombra a la luz, mientras ella esperaba esperando, que yo saliera temprano.
Era pequeño y, de repente, ya era un chico, una ráfaga y ahora soy un hombre. Pero, estar de pie o sentado el sentido del viaje es siempre el mismo.
Si fuera, mas no soy, fuera de mí, podría contar más cosas, pero, pero no quiero aburriros.
Al final, si fuera un filósofo, podría decir que:
“la vida es como el viento, tal vez acaba la vela, tal vez, llena la vela…”.
Si fuera, ya, pero no soy.