Por Elzbieta Zadrozna
Yo nací en una pequeña ciudad que se llama Garwolin y está a unos 60 km de la capital Varsovia en dirección sur. La población ahora es de unos quince mil habitantes pero antes era mucho menos, no más de cinco mil.

Dejé mi ciudad a los 18 años para ir a Varsovia a la Universidad y viví allí veinte años. Después emigré a Italia donde pasé treinta años, antes de venir a Gran Canaria. Por esta razón, no siento nostalgia de mi país porque pasé toda la vida adulta en una metrópoli como es Varsovia y en Italia en una estupenda ciudad antigua, Ascoli Piceno. Por eso me gusta mucho vivir en Gran Canaria, porque en Las Palmas hay una parte antigua con la arquitectura muy interesante. Si a veces extraño algo, son los platos típicos de la cocina polaca y mis amigos, pero ellos ya han venido aquí a verme y seguramente volverán de nuevo en el futuro. Ellos continúan viviendo en el mismo lugar durante toda la vida. Pienso que no volveré un día a mi país natal porque no veo la razón. Cuando quiero ver a mis amigos pueden venir aquí si quieren.
Si no hubiera venido a Canarias me habría ido a vivir al sudeste asiático, que conozco muy bien, pero ciertamente no habría vuelto ni a Polonia ni a Italia.
Eterna emigrante feliz.