Por Thiago Aquino Gomes
En marzo, mi pareja y yo pasamos delante de un restaurante que llevaba la bandera de Brasil en su fachada, nos llamó mucho la atención y posteriormente, decidimos ir a conocerlo. Nos quedó curiosidad por saber si quienes lo llevaban eran brasileños y cómo sería comer la comida brasileña lejos de nuestro país.
El Copacabana está situado en la Calle Tomás Miller, a dos manzanas de la playa de Las Canteras, muy apropiado para comer y aprovechar para dar un paseíto.
Llegamos a las 14h para almorzar y aunque sea un sitio pequeño, había un par de mesas libres. Preguntamos si tenían trona para la niña y contestaron que sí. Para empezar, pedimos una caipiriña de limón y estaba muy rica. Eché un vistazo mientras la preparaban y vi que la marca de la “cachaça” que usan es la Velho Barreiro, que, pesar de no ser la mejor, es la de toda la vida.
Posteriormente pedimos el plato principal, pues en Brasil no se suelen pedir entrantes. Elegimos la tradicional “Feijoada” que son alubias, preparadas con carne de cerdo y ternera. También pedimos “Mandioca” (yuca) de guarnición, una ensalada y un refresco muy típico de guaraná.
La decoración no está mal, tienen las típicas fotos de motivos para recordar Brasil, como el Cristo Redentor de Río de Janeiro. Por otro lado, no me gustó mucho la música que sonaba, que era música brasileña, pero un género musical (el Pagode) que a mi no me gusta. Me hubiera encantado escuchar algo de Bossanova o MPB (Música Popular Brasileira).
En definitiva, la comida estaba muy rica y bien preparada, a un precio razonable. De la pareja que lleva el local, la mujer es brasileña y tienen muy buena atención al cliente. Una buena alternativa para quien quiera conocer la comida brasileña.