Gran Canaria, una isla rica en leyendas e historia
Desde El Confital, sentada sobre una roca lávica árida por el sol, miro la ciudad de Las Palmas: su paisaje y el resultado de su civilización.
Las olas del océano se quebrantan con violencia sobre las rocas y el olor de la sal que me llega empujado por el viento, embriaga mis sentidos…y me imagino transportada a un pasado lejano en el tiempo. En este estado, me imagino que oigo jugar a los niños de las comunidades de los aborígenes que vivían en estos lugares antes de la conquista hispánica…Sus padres, sentados alrededor de unos fuegos crepitantes, cuentan historias sobre como las primeras poblaciones llegaron a la isla, leyendas sobre sus orígenes, la Atlántida, la Lemuria y sus poblaciones perdidas…
Acunada también por los cantos de las mujeres que preparan la cena, desde aquí espero la puesta de sol, mientras este otro día llega a su fin.