Categoría: Nostalgias

Hay un dicho interesante: «un hombre puede perder su alma solo en un lugar una vez durante su vida». Muchos visitantes de Laponia han dejado su alma permanentemente en Laponia, que también tomó la mía. Ahora esta sensación es como una parte de mi espíritu.
En estado natural, se puede escuchar el silencio y respirar aire puro en medio de la naturaleza virgen. Si estuvieras allí, podrías experimentar la vida atemporal. El frío del otoño trae todos los colores a la naturaleza, que se va a hibernar. La aurora boreal de Laponia ilumina las noches oscuras en invierno.
En primavera la naturaleza, las plantas y los animales terminan su hibernacion. Todos despiertan al mismo tiempo, es como una gran fiesta. En verano el sol brilla las 24 horas del día. En los montes y los valles de Laponia viven los osos y los renos. En el cielo vuelan las lechuzas y los halcones. En los ríos de Laponia nadan los salmones. Además, Papá Noel vive oficialmente aquí.
Aqui la paz eterna es real y la palabra ”prisas” es desconocida. Si hubieras perdido parte de tu alma en Laponia como yo, siempre querrías volver a Laponia otra tercera, cuarta vez. Como sólo hay una genuina Laponia, esperamos que Laponia permanezca eternamente sin cambios de naturaleza o sin contaminación.

¿Qué recuerdo de Oporto desde Gran Canaria, donde vivo después de mi jubilación?
Un trozo de una muralla medieval en una escarpa, un puente y un paisaje urbano me evocan muchos días de paseo en busca de un patrimonio y del mejor mirador. Por la noche, Oporto era el punto de encuentro favorito para ir al teatro, degustar comidas típicas, recorrer de arriba a abajo sus callejuelas más animadas y vivir su fiesta más popular el día de San Juan.

La mesa en la casa de mis abuelos en el pueblo de Popina. Ahora mis padres viven allí casi todo el año, salvo en invierno.
Sobre la mesa hay un bol lleno de Mekitsi, algo parecido de los churros en España, hechos por mi madre; al lado del plato con los churros hay una botella de Boza, una bebida típica balcánica, hecha de trigo o mijo).

Echo de menos Arbat, una calle antigua de Moscú. Arbat tiene un ambiente muy agradable y relajado, con artistas callejeros, músicos y un montón de cafés y restaurantes donde se puede pasar un buen rato con los amigos. En Arbat se venden muchos de los típicos y bellos recuerdos de Rusia. Echo de menos aquellos días en los que pasé un tiempo inolvidable en Arbat.